Anne Ledoux
Fascinada a los 17 años por una novela protagonizada por una escultora (“Orgullo de corazón/Un coeur fier”), anhelé experimentar todas las sensaciones de aquella artista al crear. Sin embargo, no fue hasta largos años después cuando he podido cumplir aquel anhelo en el Estudio de Arte Kroom, iniciándome en el modelado del barro y la escultura, y dar visibilidad también a mi mitad asiática, poca cultivada hasta la fecha, presente en la producción de muchas obras.
Allí sigo disfrutando de la creación de unas piezas figurativas inspiradas en una visión momentánea, un flash despertador de una necesidad de plasmar la visión, el sentir, en el barro y en el espacio, unas obras que están hechas de sensaciones, de ilusión, de movimiento, de emociones y de disfrute, que espero transmitir, ya que, como rezaba una frase que se me ha quedado grabada “Creativo no es el que imagina sino el que hace imaginar”
