Imágen tratada e interpretada sobre una fotocopia en modo borrador en blanco y negro, en la que reflejo al Maestro Taisén Deshimaru practicándo zazén. Deshimaru fue el humano que avalado por las tres escuelas Zen de Japón trajo esta filosofía y su práctica a Occidente.
Busco crear sensaciones e ideas en el observador. En este caso, me resultan impresionantes la perfección de la postura y el semblante expresando la meditación profunda del Maestro.
Hermann Hesse decía que la mente es como un profundo lago: la mente consciente es la superficie, mientras que la subconsciente supone toda su profundidad. Yo, inspirado por la filosofía budista, aún voy más allá y añado que el lago no tiene fondo, sino que se funde con la energía cósmica vital. Pero esto ya es una interpretación de la Realidad, y como tal, no es más que una entre la de todos los demás seres sintientes.
He aquí unos conceptos básicos del Zen:
Shikantaza: solo sentarse
Mushotoku: sin finalidad, sin ánimo de obtención: “Un Maestro Zen tenía dos discípulos. Uno de ellos preguntó: “Sensei, ¿para qué sirve zazén?” “Para nada”, respondió el Maestro. El que había preguntado se marchó. El otro permaneció.”
Heijo Shin Kore Do: cada cosa es la Vía (si se practica conscientemente). Aunque contempla las vertientes convenientes o inconvenientes, el Zen no se adentra en el dilema del bien el mal.
Mediante la práctica de zazén, sentado en la postura del buda, e intensamente concentrado en el instante presente, dejando pasar los pensamientos como si fueran nubes, y utilizando la respiración consciente como soporte físico, es posible sentir la auténtica Realidad. Aquí y ahora. No hay otra a no ser que sea la ilusoria. Ya saben: estar fregando los platos mientras la mente se encuentra en mil lugares a la vez, saltando como una pulga de un pensamiento en otro, menos en aquél en el que se encuentra el cuerpo actuando realmente. Porque es solo en el instante presente cuando puedo sentir, pensar, hablar y actuar. Lo que pasó hace media hora ya va río abajo. Mientras que lo que viene de río arriba, aún no ha llegado. Ello supone un contínuo fluir. Y para ser humanos plenos, lo más conveniente que podemos hacer es fluir continuamente con la Realidad. Somos totalmente libres de elegir en el instantante presente, y también responsables de ese en el que nos encontramos ahora mismo.
El otro día ví en Instagram el extracto de una película en la que la actriz principal gritaba con todas sus ganas: “¡Y en esta vida, en la que solo vamos a estar dos días, que cada uno se coma lo que quiera, mientras no moleste a nadie!”
Pues eso: Heijo Shin Kore Do (Cada cosa es la Vía)
Por eso fotocopié la imágen de Taisén Deshimaru en profunda meditación.
Porque es así como surge la verdadera naturaleza de uno mismo.
Gracias por tu atención.
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